LAS DOS BECERRITAS, relato de Hermelo Rodríguez Hernández
- mamafilmsinfo
- 16 may
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LAS DOS BECERRITAS
Tengo en mi memoria lo que me contaron del año 1937. Ese año fue el que se llevaron a mi papá y nos mudamos para casa de los abuelos maternos, mi mamá, mi hermana de un año, y yo de año y medio. Recuerdo que cuando tenía ocho años se llevaron a mis tíos para el ejército y yo me lo pasaba con mis abuelos, trabajando en el campo. Mi abuelo era mi padre, no conocí otro, sembrábamos y cuidamos el ganado, era la comida de la casa. Cuando era mayorcito, con trece o catorce años regresaron los tíos del cuartel y mi mamá decidió regresar a nuestra casa. Y aquí me sucedió algo muy bonito que jamás olvidaré, mi abuelo me dijo: “la vaca va a parir pronto y el becerrito que tenga es tuyo”. El día que la vaca parió, fue un gran acontecimiento, lloré de alegría: ¡eran gemelas, dos becerritas de lo más lindo!.
![[Santa Cruz de la Palma, 1931 aprox.] Barranco de los Molinos. Archivo Loty, Fototeca IPCE Fotografía de la exposición comisariada por el Centro de Recuperación y Conservación de La Palma](https://static.wixstatic.com/media/135056_7bddc62a13534c97b608cf09facd6e30~mv2.jpg/v1/fill/w_864,h_587,al_c,q_85,enc_avif,quality_auto/135056_7bddc62a13534c97b608cf09facd6e30~mv2.jpg)
Entonces tener ganado era de gran valor, todos los días iba a ver a mis becerritas, trabajé y les preparé su pajero y cuando las destetaron las llevé para mi casa pensando qué nombre les pondría, cómo distinguirlas... ¡si es que eran igualitas!. Desde pequeñas las enseñé a arar e iban sueltas junto a mí para todos lados, cuando estaban grandes mi mamá me aconsejó venderlas porque daba mucho trabajo cuidarlas y también la necesidad del dinero.
Cómo quise a mis abuelos, mucho los recuerdo. A mis abuelos paternos, aunque no viví con ellos, siempre los visitaba, y les tenía mucho cariño, principalmente a mi abuelita que pasó muchos trabajos, perdió tres hijos por culpa de la dictadura. A mi papá y a mi tío Aniceto los torturaron y los mataron y el otro tío, Amadeo, lo regresaron enfermo del cuartel; murió al poco tiempo. A causa de tanto sufrimiento mi abuelita estuvo siete años en cama, a lo último ya no hablaba, pero sí reconocía. Cuando la visitaba me agarraba la mano y se sonreía y yo me salía del cuarto para que no me viera llorando. Mi mamá nos contaba muchas cosas, por ejemplo, que una hermana de mi papá murió dejando tres hijos, y que el mayor tenía siete años. A los primos sí los conocí; eran mayores que yo, pero sí compartíamos algunas veces. Lo pasaron muy mal viviendo con los abuelos, porque el padre los abandonó. Luego viajaron a Venezuela y se quedaron por allá. Murieron ya viejitos. Esta es parte de mi vida hasta los dieciocho años, que me fui a Venezuela.
Qué malos recuerdos quedaron en nuestra memoria después del año treinta y seis. En mi casa se hablaba poco de esto, era muy triste, principalmente para mi mamá, pero sí nos contó a mi hermana y a mí que el primero que llegó a casa cuando se llevaron a mi papá fue el cura de la parroquia. ¿Cómo se entero él que se lo iban a llevar?. Así comprendimos cómo la Iglesia fue una aliada de la dictadura. Los curas por aquel entonces, eran los que acusaban para que se los llevaran, conocían a todos en la parroquia.
No podemos tener miedo a decir la verdad.
La historia no se puede cambiar, es la memoria de todos.
Esta es mi memoria.
Hermelo Rodríguez Hernández.
HERMELO R.H (Puntallana, 1935, - ), hijo de Segundo Rodríguez Pérez y Engracia Hernández Hernández, con dos años de edad perdió a su padre y a su tío Aniceto durante la guerra civil española en la isla de La Palma, al ser fusilados clandestinamente en la Fosa de Fuencaliente, junto al Pino del Consuelo, ambos acusados de dar alimento a unos amigos que se habían escondido en el monte, para no ser fusilados. A día de hoy, todavía sus restos siguen sin ser encontrados. Un tercer tío asimismo, también perdió la vida en la cárcel en 1939, por contraer tuberculosis, dejando a su abuela, es decir, a la madre de los tres fallecidos, encamada durante más de siete años. Hermelo fue uno de tantos palmeros/as en emigrar a Venezuela en los años 50. En 2016, regresó a la isla de La Palma con su familia, pocos años antes del fallecimiento de su hermana Aralda en 2020, quien fuera la presidenta de la Asociación de la Memoria Histórica de La Palma.




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