POEMA de Hermelo Rodríguez Hernández (Puntallana, 1935)
- mamafilmsinfo
- 18 abr
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 16 may

ESTA ES MI VIDA
Yo soy el muchacho aquel que corría por los caminos,
entre los montes y pinos, nadie se metía con él.
Él les daba de beber a las mulas y el ganado
y los llevaba a los prados a que fuesen a comer.
Allí me vieron crecer entre lomos y barrancos
con mi pantalones blancos y mi pantuflas de henequén.
No lo pasamos tan bien, pero tampoco me quejo,
con mi mamá y con los viejos y con mi hermana también.
Esto pasó muy recién cuando terminó la guerra,
no se conseguía una perra y para reclamarlo a quién.
Esto le pasó también a mucha gente en Canarias,
la situación tan precaria que no había para el sostén.
Yo te lo digo paisano que la cosa fue muy dura
con una cruel dictadura acabó con mucho humano.
Junto a mi papá y su hermano con Angelito y Vidal
desaparecidos toditos y otros de la capital.
Cuando una vida se va mal a ti te queda la herida,
cuando se quita una vida no se olvidará jamás.
Se oyen voces por acá que te dicen al oído
ellos están retenidos, pero pronto volverán,
muchos esperando están para que ellos regresen
pasarán años y meses y nunca regresarán.
Pero esos tiempos se van y lo que queda es la espina,
mi mamá cruzó la esquina mi hermana y yo grandes ya.
Hablé con abuelo y abuela para convencer a mamá,
yo no hago nada acá me voy para Venezuela.
Dieciocho cumplo, ya el cuartel es quien me espera,
yo lo veía a mi manera y la situación no era clara:
se los llevan para el Sáhara
como a un animal cualquiera.
Y después de resolver los preparativos del viaje
con muy poquito equipaje allá a la Guaira llegué
un día seis de agosto fue del año cincuenta y dos
nunca me imaginé yo lo que pasaría después.
Y por allá me quedé por casi toda una vida
y lo que pasó después ya es historia sabida.
Con mi familia crecida a todo el mundo respeto
yo con nadie me meto ni me arrimo a las orillas,
y al que crea que me humilla y se las da de profeta
mejor se calla la jeta porque no hay otra salida.
Voy a terminar enseguida con esta historia tan seria
y no entrar en materia y que se cure la herida.
No busco lo que sabía, ni estoy buscando enemigos,
lo que quiero son amigos y compartir la alegría.
Fuimos muchos los que un día a Venezuela viajamos
y pesetas sí mandamos porque necesidad si había,
y mucho se conseguía y a la vista está la prueba
se compraron las finquitas y también las casas nuevas,
y si hay alguien que se atreva a decir que no es verdad
no sabe de dónde viene ni tampoco a dónde va,
la historia ya hecha está y lo que pasó en mi vida
es una etapa vivida ya no tiene vuelta atrás.
H-R-H
Corregido en Enero de 2023
HERMELO R.H (Puntallana, 1935, - ), hijo de Segundo Rodríguez Pérez y Engracia Hernández Hernández, con dos años de edad perdió a su padre y a su tío Aniceto durante la guerra civil española en la isla de La Palma, al ser fusilados clandestinamente en la Fosa de Fuencaliente, junto al Pino del Consuelo, ambos acusados de dar alimento a unos amigos que se habían escondido en el monte, para no ser fusilados. A día de hoy, todavía sus restos, siguen sin ser encontrados. Un tercer tío asimismo, también perdió la vida en la cárcel en 1939, por contraer tuberculosis, dejando a su abuela, es decir, a la madre de los tres fallecidos, encamada durante más de siete años. Hermelo, fue uno de tantos palmeros/as en emigrar a Venezuela en los años 50. En 2016, regresó a la isla de La Palma con su familia, pocos años antes del fallecimiento de su hermana Aralda en 2020, quien fuera la presidenta de la Asociación de la Memoria Histórica de La Palma.
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